Villa Palmera se encuentra situada en una amplia parcela de más de 2.000 m² y rodeada de naturaleza. Esta villa independiente combina el encanto tradicional con una reforma cuidada que respeta la esencia original de la propiedad. Ubicada en una tranquila zona residencial de Jávea, a solo 4 minutos del campo de golf, Villa Palmera ofrece privacidad absoluta, vistas abiertas a la montaña y una conexión directa con el estilo de vida mediterráneo.
Distribuida en dos plantas y con 236 m² construidos, esta luminosa vivienda cuenta con 4 amplios dormitorios, todos con baño en suite, ofreciendo comodidad y privacidad tanto a residentes como invitados.
El corazón de la vivienda lo ocupa un luminoso salón con chimenea, donde se respira una estética serena y acogedora. Las vigas vistas, la piedra tosca original y los matices cálidos de los textiles y materiales naturales evocan la esencia mediterránea en su forma más pura. Desde aquí se accede a una elegante naya con arcos tradicionales, donde el diseño mediterráneo cobra vida a través de sus columnas de piedra, su suelo de piedra natural y sus techos abovedados. Esta zona cubierta, amueblada con gusto, se convierte en una prolongación del salón, ideal para descansar al fresco mientras se contemplan las vistas abiertas al valle, al jardín y al perfil de Benitachell, especialmente bello al caer la noche.
La cocina, conectada visualmente con el salón mediante una barra de madera maciza, combina funcionalidad y diseño con un enfoque natural. Los acabados en tonos piedra, las lámparas colgantes de fibras vegetales y el mobiliario neutro crean un ambiente cálido y auténtico. Frente a ella, una práctica zona de desayuno con taburetes altos permite disfrutar de comidas informales. Desde este espacio se pasa al comedor principal, enmarcado por ventanales de medio punto que bañan la estancia de luz natural y abren las vistas al jardín de palmeras, flores y vegetación autóctona. Esta continuidad visual entre interior y exterior refuerza la armonía que define toda la propiedad.
En el exterior, la vivienda se abre a una generosa terraza de piedra natural que rodea la piscina. El jardín, maduro y bien cuidado, está poblado de palmeras, olivos y adelfas en flor que aportan color y sombra al entorno. En el centro del espacio, un olivo centenario preside un acogedor banco circular con cojines, ideal para relajarse o compartir una charla al atardecer. La cocina de verano, integrada con un comedor exterior techado, ofrece todo lo necesario para disfrutar de comidas al aire libre. El conjunto transmite una atmósfera mediterránea serena y elegante, perfecta para disfrutar del clima y el estilo de vida de la Costa Blanca.
Desde la parte posterior de la parcela se accede en coche a la propiedad a través de una entrada independiente que conduce a un carport con capacidad para dos vehículos. En este nivel se encuentra una terraza adicional donde se ha creado una zona de barbacoa con horno de pan, ideal para celebraciones al aire libre. Desde aquí, se accede directamente a la cocina, facilitando el día a día y reforzando la conexión funcional entre el interior y las zonas exteriores.
La propiedad se completa con una amplia piscina, zona de aparcamiento, carport y una puerta de entrada de madera maciza que anticipa el carácter auténtico de esta vivienda.
Le invitamos a descubrir personalmente esta propiedad única y dejarse cautivar por su atmósfera, su entorno y cada uno de sus detalles.
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